Numismática
En
los catálogos numismáticos y en la moneda encontrada se observa que en el
reverso, que naturalmente en la Sábana está oculto, consta el año de acuñación
con las letras L I S que significa Año Decimosexto, del imperio de Tiberio, que
traducido a nuestro calendario es 29/30 d.C.
A
la moneda del ojo izquierdo se la ve algo desplazada hacia el arco superciliar.
Y a diferencia de la del ojo derecho, presenta el anverso hacia arriba. La
fotografía y su elaboración tridimensional muestran una copa ritual llamada
simpolum, usada para derramar vino sobre el altar de sacrificios, otro símbolo
pagano. Era asimismo acuñada por Poncio Pilato, y está circundada por la
inscripción Tiberiou Kaicaroc y las letras L I S, que según vimos significaban
año décimo sexto de Tiberio, o sea 29/30 d.C. En la elaboración por
computadora efectuada en la Universidad de Turín por el Profesor Ballossino, se
puede ver bien el principio y el final de la inscripción TIB... L I S. Estas
monedas se pueden observar en los catálogos numismáticos de Medden (1864-1981)
y el de F. De Saulcy (1874).
Algunos
estudiosos del tema señalan que resulta evidente que Poncio Pilato quería con
las imágenes de estas monedas ofender y humillar a los judíos y su religión,
al hacerlos tocar imágenes de objetos rituales romanos que les repugnaban, el
bastón de los adivinos y la copa ritual.
No
se sabe con certeza el objeto de poner monedas en los ojos de los cadáveres.
Algunos mencionan que se las usaba y aún se usan para cerrar sus ojos, pero no
está bien probado su empleo entre los judíos del tiempo de Cristo.
Por
otra parte resulta extraño que José de Arimatea y Nicodemo, discípulos de un
Maestro observante, hayan puesto
sobre su cabeza símbolos paganos, pese a que la ortodoxia judía no ponía
tanto inconveniente con las monedas paganas; así se sabe que algunas ofrendas
al Templo eran hechas con siclos de Tiro, que tenían la efigie del dios
Melquart, monedas que naturalmente después serían objeto de cambio.
Pero es interesante advertir que la imagen de las dos monedas resaltan con claridad extrema que la disposición del eje del círculo es exactamente vertical, implicando la intención de quien las puso de hacer con ello un símbolo. La presencia de las monedas podría hacer pensar que la vigilancia encomendada a la tropa romana para la crucifixión y sepultura de Jesús, habría llegado también a las operaciones funerarias hechas por José de Arimatea y Nicodemo.
Esta
certificación de la sepultura de un crucificado tan polémico se vería
ampliada, según algunos estudios, por ciertas inscripciones que han aparecido
en la Síndone al ser fotografiada con iluminación especial. Se trata de letras
latinas, griegas y hebreas muy difusas, pero que permitirían visualizar
palabras como a muerte y Nazareno
entre otras. Y como aparecen al revés se piensa que habrían sido escritas
en el exterior de la Sábana luego de amortajado el Cuerpo, posiblemente por la
autoridad romana a pedido del Sanedrín. Los estudios no son concluyentes razón
por la que se siguen profundizando.
Pero
volviendo a las monedas en los ojos es evidente que ningún falsario medieval
podría conocer esos leptones, identificados solamente en estudios numismáticos,
nadie podría conseguirlos y utilizarlos en Europa en la Edad Media.
La
imagen de esas monedas de tan baja denominación en los ojos del Hombre de la Sábana
fijarían lugar y fecha ciertos a la Santa Síndone: Jerusalén y siglo primero.