LAS
RELIGIOSAS DE CLAUSURA
Poema
de José Laguna Menor, publicado en la revista Ave María, nº 668
En homenaje a las religiosas de clausura
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¡Vosotras sois la sal de la tierra!
La
sal presta un servicio humilde y silencioso:no se sirve en bandejas de
plata,
ni
se coloca en fruteros generos sobre la mesa de un festín.
La
sal está presente sin mostrarse.
Para
cumplir su misión tiene que disolverse,desaparecer,
morir
pero su papel es importante
sin
ella los alimentos son insípidos y las viandas se corromperían con
rapidez.
Vuestras
vidas silenciosas y humildes
tienen
que dar sabor a la existencia de los hombresporque en sus vidas falta:
la
sal de la fe, de la esperanza, del amor.
¡Le
falta mucha sal a la existencia de los hombres! En el mundo es
imprescindible
la
sal de vuestro sacrificio,de vuestra consagración al Señor,
para
que no se corrompa;para que el mundo guste el sabor a Dios.
Vosotras
dais sentido a la vida del hombre,en silencio,
con
la sencillez de vuestra pobreza,con la humildad de vuestra obediencia,
con
la pureza de vuestra castidad.
Pero
tenéis que morir al mundo, disolveros como la sal... desaparecer.
Sólo
al precio de vuestro sacrificio callado serán fecundas:
vuestra
fe, vuestra esperanza, vuestro amor;vuestra vida toda...
Y
así seréis la sal de la tierra.
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PIENSALO
Y DECIDETE, JESUS TE ESPERA !
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J.X.P.
Cincuentenario
de la llegada a la Argentina de las Hnas. Pasionistas
de clausura.
MONASTERIO
SANTA GEMA
Azara
1960 y B.Encalada
(1722)
Merlo Sur
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