La Virgen María

 

     

 LA VIRGEN MARIA VISTA A TRAVES DEL ARTE

 MARIA ROSA MISTICA

 NUESTRA SEÑORA DE LUJAN

 NUESTRA SEÑORA DE LOS DOLORES

 NUESTRA SEÑORA DE LA DULCE ESPERA

 NUESTRA SEÑORA DEL ROSARIO DE SAN  NICOLAS

    ¡Oh amorosísima Madre! Tú dices: bienaventurados los que con ayuda de la divina gracia practican mis virtudes y caminan tras las huellas de mi vida.  Sí, ¡Oh Madre!  Ellos son bienaventurados en este mundo, durante la vida, por la abundancia de las gracias y de las dulzuras que desde tu plenitud tú las comunicas...; bienaventurados en la muerte que es dulce y tranquila y a la cuál tú asistes para introducirlos en los gozos del Cielo, bienaventurados finalmente en la eternidad porque nunca se ha perdido un solo siervo tuyo que haya imitado tus virtudes.

  ¡Oh Virgen María, mi buena Madre! Son verdaderamente felices y bienaventurados -lo repito con el corazón transido de alegría-  los que, no dejándose engañar por una falsa devoción hacia ti, caminan fielmente sobre tus pasos,  siguen tus consejos y obedecen a tus órdenes.

San Luis GRIGNON DE MONFORT
Tratado de la verdadera devoción

Consagración a la Virgen María

Patrona de Argentina, Uruguay y Paraguay

Virgen de Luján, Madre de nuestra patria; a vos recurrimos confiados porque sabemos de tu inmenso amor por nosotros.

Al mirarte, contemplamos en tu imágen al dolor y a la muerte ya vencidos. Pero, mientras andamos el camino de la vida, necesitamos que hagas más fuerte nuestra fe más grande nuestra esperanza, más solidario nuestro amor.

Bajo tu manto se cobijan los más pobres, los enfermos y los que sufren soledad y tristeza en su corazón.

Tu fuerza y tu cariño nos hagan más hermanos para poder anunciar que tu Hijo Jesús es el Salvador.

Madre buena de Luján, toda nuestra vida está en tus manos. Cuídanos siempre con tu dulce bendición. Amén.

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